El abuelo que llora (lengua Kunza "Tata-iu"), es el grupo de géiseres más grande el hemisferio sur y el tercero más grande del mundo. Se encuentra localizado al norte de Chile y del Desierto de Atacama, a unos 90 Km de San Pedro de Atacama y a una altitud que supera los 4000 msnm, por lo que es el campo geotérmico más alto del mundo.
La mayor actividad de las fumarolas se produce entre las 6:00 y las 7:00 de la mañana, cuando es posible verlas en su máxima expresión, expulsando chorros de vapor que generan columnas de humo de hasta 7 m de altura. Por eso, los tours desde San Pedro, para visitar este lugar, salen entre las 4:30 y 5:00 de la madrugada.
Debido al tipo de clima desértico de este lugar, hay una gran oscilación térmica entre el día y la noche, con temperaturas máximas promedio de 24 °C y mínimas de hasta -17 °C. Por lo que la llegada, a la hora del amanecer, suele ser bastante fría; en nuestro caso (31 de agosto 2015), a las 6:30 a.m. aproximadamente, la temperatura marcaba -7 °C. Así que la recomendación es ir bien abrigados; en especial si, como nosotros, usted proviene de una ciudad caribeña.
Viejos equipos para la generación de energía térmica que una vez se trató de producir en este campo. El proyecto fue abandonado por el riesgo de fugas descontroladas de vapor y agua, como la ocurrida en 2009, y la amenaza que esto representaba para los poblados de la zona.
Además de las Gaviotas Andinas, Las Vizcachas, una especie de roedor parecido a los conejos, también se pueden observar en esta zona desértica.
Y, al finalizar el recorrido por los geysers, los valientes que se atrevan a despojarse de su ropa de abrigo, serán recompensados (creo) con un relajante baño en la poza de aguas termales existente en el lugar.
Una vez conocido y disfrutado este campo espectacular, baño termal incluido, el regreso a San Pedro de Atacama se vuelve muy interesante también. Ya, a plena luz del día, se puede apreciar la majestuosidad y belleza particular del recorrido que se hiciera en la oscuridad de la madrugada. Incluyendo ruinas, bofedales, volcanes, praderas desérticas y, como condimento principal de este alucinógeno cóctel visual (y elixir de todo fotógrafo), el prístino, radiante e intenso cielo azul característico del paisaje en toda la extensión del territorio atacameño.
Y el último punto a visitar en el recorrido, el pintoresco poblado de Machuca, a unos 80 Km de San Pedro.
Este diminuto caserío, con solo dos calles de tierra y un puñado de pobladores, que principalmente se dedican al pastoreo de llamas, se caracteriza por sus casas de poca altura, fabricadas con piedras y adobe y techo de paja. Todo color terra que, visualmente, hace un contrasta maravilloso con ese azul del cielo.
Su vieja y pintoresca iglesia, a un extremo del pueblo, y enclavada en solitario en lo alto de la colina, se convierte en una imagen con un significado poético extraordinario.
Bandera de Chile junto a la bandera Whiphala, originaria del Imperio Inca y adoptada por algunos pueblos nativos de la Cordillera Andina.
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